Llega el tiempo en el que se puede disfrutar del calor incluso en un jardín, en el patio o hasta en la azotea, todo con el fin de que los niños que están de vacaciones disfruten sus días. La verdad es que casi en todas las casas en algún momento se puede encontrar una alberca de plástico, para aquellos días que no es imposible salir, pero no disfrutar.
Por eso, este artículo casi es un básico de las vacaciones de Semana Santa, ya salgan o no, pues incluso lo pueden llevar si salen a la playa o algún balneario y dejarlo para que los más pequeños no corran peligro.