Los dos videos de cámaras de seguridad rápidamente se volvieron virales y generaron decenas de teorías: un fantasma, un alma que acababa de partir o una señal del más allá, fueron algunas de las hipótesis esotéricas que inundaron las redes sociales y los grupos de WhatsApp. Sin embargo, la realidad de las imágenes, donde un hombre parece permitir el ingreso de alguien que no se ve y al que le toma los datos, habría resultado ser tan solo una broma.
“Las imágenes son ciertas, pero la historia no” , con esas ocho palabras, fuentes a cargo de la investigación que se inició en el Sanatorio Finochietto comenzaron a explicar a LA NACION qué habría pasado y lo que lograron reconstruir hasta ahora sobre los videos que se tomaron la noche del jueves pasado.