El termómetro se desploma bajo cero y una ventisca de nieve cae sobre dos casas recién construidas en un laboratorio del norte de Inglaterra. Una prueba destinada a testar la eficiencia energética y a racionalizar el consumo.
Gracias a una tecnología puntera de calefacción y aislamiento, las dos viviendas se mantienen acogedoras y cálidas.
Son la ilustración de Energy House 2.0, un experimento científico diseñado para ayudar a los constructores del mundo a reducir las emisiones de carbono y combatir el cambio climático.
El proyecto, en un megalaboratorio del campus de la Universidad de Salford, cerca del centro de Mánchester, abrió en enero.