La pandemia puso en primer plano, como nunca antes había sucedido en la historia de la educación, la importancia que tienen las nuevas tecnologías en la escuela. Sin enseñanza virtual ni conectividad, hubiera sido imposible cualquier tipo de continuidad pedagógica durante ese largo período en el que los colegios cerraron sus puertas.
A grandes rasgos, una de las primeras conclusiones que saltó a la vista apenas seis meses después de haber comenzado la pandemia, en julio de 2020, es que la enseñanza remota durante el aislamiento en la Argentina estuvo signada por la falta de equipamiento, la conexión a internet y la diferencia en el piso tecnológico de los hogares que asisten a escuelas de gestión privada, que duplica al de los del sector estatal.