El coronavirus ha empeorado la vida laboral de muchas personas. Muchos hemos tenido que aislarnos de nuestros colegas; otros han sido despedidos por empleadores que citan los costos de la pandemia.
Pero quizás el impacto más grande ha sido en los servicios de salud y los asilos de ancianos.
Diez meses de covid-19 han dejado la salud mental de muchos profesionales de la salud en un punto de quiebre, según Claire Goodwin-Fee, quien dirige en Reino Unido la organización Frontline19 con su colega terapeuta Ellen Waldren.
La organización ofrece terapia gratuita a los trabajadores de salud y se financia con donaciones.