El FC Barcelona continúa de obras, y no me refiero a que estén remodelando los baños del Camp Nou, si no a que se encuentra inmerso en una renovación de su centro del campo, uno de sus factores más desequilibrantes en la última década.
Después de la llegada de Arthur Melo el pasado verano, el fichaje de Frenkie de Jong en enero, aunque no llegará hasta la época estival y la más que probable llegada, después de mucho luchar por él, de Adrien Rabiot, ahora en Can Barça se pone a tiro otro de los objetivos principales de estos años.