El técnico alemán, visiblemente feliz y emocionado, analizó el partido en la rueda de prensa y todavía no era consciente de la gesta que acababa de lograr su equipo ni cómo lo habían hecho.
Ya han pasado más de 12 horas desde que el Liverpool consiguió lo que parecía imposible y se clasificó para la final de la Champions tras darle la vuelta al 3-0 del Camp Nou ante el FC Barcelona. Anfield volvió a obrar su magia y el conjunto red se impuso 4-0 en una noche histórica que será difícil de olvidar.