Wayne Rooney y compañía no pudieron ponerse de acuerdo sobre si al Liverpool se le debería haber recibido un penalti, en el primer tiempo de su duelo de la Liga de Campeones contra el Real Madrid.
Los Reds pensaron que estaban a punto de recibir un penalti en contra de sus oponentes españoles cuando Aurelien Tchouameni tocó el balón con la mano dentro del área tras un remate de Dominik Szoboszlai.
El árbitro rumano Istvan Kovacs fue enviado al monitor del VAR tras conceder inicialmente un tiro libre, y Anfield esperó con expectación un penalti.