Rubén Amorim quiere que sus jugadores del Manchester United se peleen entre ellos si pierden el balón, tal y como hizo el Everton al recibir una tarjeta roja en su victoria en Old Trafford.
El United estaba a punto de ganar el partido cuando Idrissa Gueye vio la tarjeta roja directa por abofetear a Michael Keane en el primer cuarto de hora.
Pero el United nunca dio la impresión de tener el control del partido, y protagonizó la que posiblemente haya sido la peor actuación en la Premier League en el año de Amorim al frente del equipo.